Este fin de semana se estrenará El Príncipe Caspian, secuela de la película del 2005 El León, la Bruja y el Ropero, parte de Las Crónicas de Narnia, basadas en las novelas de C. S. Lewis.
Hace unos meses terminé de leer este libro y honestamente me gustó más la novela en la que se basó la primera película, pero creo que la película no logró capturar completamente su esencia y quedó como una película demasiado infantil y colorida.
Esta impresión me llevó a no adquirir el DVD – algo que habría hecho si realmente hubiera llenado mis expectativas – y, en relación a esta secuela, perder el interés.
Sin embargo, recuperé el interés en Caspian cuando vi los avances de cine.
Y miren, para ser franco, no fue por ver a los chavitos, no fue ver al príncipe Caspian en plena batalla, no fueron las escenas de guerra, no fue nada de eso.
Fue Aslan.
Aslan el león. Volver a verlo en pantalla en toda su gloria y magnificencia, fuerte y a la vez tierno. Wow... tal y como me lo imaginé cuando leí Narnia hace ya unos años.
Y es que no es sólo el concepto religioso detrás del personaje, sino la forma en que es representado en pantalla, la cual me parece fascinante. De hecho me inspiró tanto como para comenzar a pintar un cuadro para mi sala... que por cierto aun no he terminado.
Aun así, el trailer parece mostrar una película más madura y más emocionante, podría atreverme a decir que hasta más seria. Espero que ahora sí cumpla mis expectativas y me inspire a terminar ese cuadro que me está esperando.
0 comentarios:
Publicar un comentario